Puma tuvo que suspender a 900 trabajadores por la caída de las ventas y la apertura de importaciones. En declaraciones radiales, Agustín Amicone, Secretario General de la industria del Calzado, explicó la problemática del sector.
La empresa alemana de calzado Puma, en algún momento líder en el mercado interno argentino, suspendió a 900 trabajadores de su planta causa de la apertura de las importaciones y la caída en las ventas. “El costo de Puma es más alto y queda en desventaja para competir”, explicó Agustin Amicone, Secretario General del gremio del Calzado.
“Están en peligro muchas fuentes de trabajo en el sector”, alarmó Amicone. La situación de las importaciones es compleja para muchos sectores, entre ellos, la del calzado, ya que están ingresando muchos contenedores para la venta en la Argentina y eso le hace perder competencia a las empresas del país. “Las importaciones totales de calzado aumentaron 34% interanual y hay una gran restricción de compras, el combo es altamente explosivo”, explicó el sindicalista en Radio del Plata.
La empresa fue líder de calzado deportivo en los 90 en la Argentina hasta después expandirse en indumentaria general como remeras, camperas, etc. pero todo en el ámbito deportivo. Hoy, la sede argentina de Puma se vio obligada a suspender o estirar las vacaciones de 900 empleados por la compleja situación de las importaciones.