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“El 75% de los hospitales bonaerenses, en estado crítico”

Según la CICOP, gremio de la salud que hará un paro de 48 horas el 22 y 23 de septiembre, la mayoría de los hospitales del conurbano se encuentran en estado crítico.

Los paros de los gremios de la Salud pueden tener una orientación económica en cuanto a las paritarias, pero no solo hacia ese camino se orienta el reclamo de quienes se encargan del bienestar de los ciudadanos, sino también del lugar que necesitan y deberían tener para prestar los servicios. Según la CICOP, son 53 de los 79 establecimientos públicos que dependen de la Provincia y asisten a alrededor de 8 millones de personas y hacen faltan 636 camas y 2.103 profesionales.

En un informe de Silvina Heguy, el ejemplo que cita es el del Lucio Meléndez, en la localidad Adrogué, “en la enfermería casi no hay espacio libre. Una mesa de un metro para el libro de registros. Repisas encimadas en las que se encajan milimétricamente frascos etiquetados. Dos sillas que hay que correr para moverse y el techo descascarado y húmedo, que cede ante cada lluvia. “Es como si estuviéramos afuera”, dice la enfermera. Del otro lado de la pared, una médica termina de anotar en un espacio un poco más chico las novedades. Sobre su cabeza están las historias clínicas que hay que rescatar cuando cae la primera gota y el lugar se inunda crónicamente. Es cuando el agua sale por los enchufes. Pegado está el shock room de la guardia del Hospital Lucio Meléndez de Adrogué, donde llegan los pacientes graves directamente desde la ambulancia. Ahí no hay gas y, por lo tanto, estufas”. En la guardia pediátrica. En el Lucio Meléndez de Adrogué, dos médicos atienden en promedio 120 consultas en 12 horas.

¡Peligro! Un cartel pide no dejar a pacientes bajo el tablero. En el hospital Meléndez cuando llueve se inunda el primer piso y de los enchufes sale agua. En la sala de espera los cables dan energía a una luz mortecina y a un ventilador. Debajo de ellos, en horas pico, los pacientes esperan hasta 10 horas. El Meléndez es uno de los 79 hospitales públicos de la Provincia de Buenos Aires. Uno de los que debe ser demolido porque su estado es más que crítico. El destino final del hospital lo estableció un relevamiento del Ministerio de Salud provincial, encargado al asumir su gestión María Eugenia Vidal y que dejó en evidencia lo que es una realidad para el 40% de los bonaerenses que acuden al sistema de salud: 53 de los 79 centros de salud están en estado crítico, necesitan obras y dos directamente deben ser demolidos. A los problemas de infraestructura se suma la falta de personal -oficialmente se estima que se necesitan 2.103 profesionales (553 médicos y 1.550 enfermeros)-, solo para recuperar las 636 camas que se perdieron por falta de inversión.

El Meléndez es un laberinto de pasillos, salas improvisadas, entrepisos, instalaciones eléctricas improvisadas y soluciones temporales que quedaron para siempre. Puede ser perfectamente una metáfora del sistema de salud provincial. La última obra fue un tomógrafo que se instaló en el estacionamiento, pero para acceder a él, los pacientes deben salir al exterior sin ningún tipo de resguardo.

Del otro lado, del estacionamiento, bajo un alero de menos de un metro deben esperar los pacientes que hacen quimioterapia. La sala donde reciben por vena la droga oncológica es pequeña y con poca ventilación. Un ambiente desolador en un tratamiento en el que se necesita buena calidad de vida.

Llegar a la guardia del Meléndez es fácil. Se puede hacer por varias entradas del laberinto, lo que deja a los médicos y enfermeros, vulnerables. “Se meten por todas partes, muchos son violentos, exigen ser atendidos. Y, a veces, ni se dan cuenta que estás en medio de una maniobra de resucitación. Debería haber cuatro policías, pero nunca están”, contó a Clarín un médico de la guardia.

Por otro lado, el canal salarial, que son bajos y existe mucha violencia y un plan de mejoras.

Según destacan la pablara de Fernando Corsiglia, presidente de la CICOP, “en la Provincia la falta de personal se da por los salarios bajos y se agudiza por la gran diferencia con los que paga el sistema de salud público de la Ciudad. Frente a los reclamos salariales, la semana pasada se reabrieron las paritarias provinciales. El miércoles hubo paro y habrá otro de 48 horas el jueves y viernes. “En la primera parte del año se accedió a un acuerdo salarial parcial que pactó que en agosto llegábamos al 25% de aumento promedio de bolsillo, eso implica que el ingresante de planta con 36 horas semanales sin antigüedad cobra hoy 15.000 pesos de bolsillo. El que empieza haciendo guardias, 17.000 pesos. De ahí hacia arriba no hay demasiada diferencia entre las categorías. Los sueldos llegan a estar entre 60 y 70% abajo con respecto a la Ciudad”.

En www.prensacicop.blogspot.com.ar, el gremio de la Salud dispuso el informe completo de la situación de los hospitales en la Provincia y de ahí se desprenden los motivos y ´por qué´ de los cinco paros en lo que va del año.