Notas Noticias

Un estallido electoral dejó a Ruggiero en un débil andamio gremial luego de perder su gremio después de 40 años

🔵El secretario general de la Federación de Sindicatos Trabajadores Municipales bonaerense, Oscar Ruggiero, perdió la elección en su gremio de base después de 40 años y causó estallido la debilidad con la que enfrenta su conducción a nivel provincial🔴

Oscar Ruggiero, titular de la Federación de Sindicatos Trabajadores Municipales de la Provincia de Buenos Aires (FSTMPBA), recibió una estrepitosa cachetada por parte de sus afiliados en su gremio de base, en Tres de Febrero, quienes lo despojaron de la conducción después de 40 años. La oficina principal, desde ahora, será ocupada por Ariel Collia, municipal de entrañas radicales.

La diferencia en el recuento habría superado los 210 votos, siendo esta una caída memorable para uno de los históricos dirigentes del conurbano, mas no por su intachable trayectoria, sino por su vinculación con el Poder Político del distrito, lo que le posibilitaba al intendente gozar de buena salud al momento de acomodar salarialmente a los trabajadores de la municipalidad. Manejos parecidos a los que le machacan al sindicalista en el resto de la provincia, donde camina como secretario general de la Federación.

La dirigencia política comunal, por supuesto, siente extrema comodidad al momento de negociar con Ruggiero, y no así con la Fesimubo, organización gremial representativa de los municipales en la provincia, hoy conducida por Rubén García, que entre otros escollos, les impuso una ley de paritarias (14.656) que los obliga a ajustar a los trabajadores dentro de un convenio marco. Alrededor de 60 CCT ya fueron firmados en territorio bonaerense, pero aun son alrededor de 75 intendentes a quienes no les apetece enmarcarse a la ley.

De retorno por Tres de Febrero, ya hubo quienes comenzaron a cuestionar el liderazgo de Ruggiero a nivel provincial, cuando no supo mantener su poderío dentro de su propia institución. Una implosión de 40 años en la dirigencia gremial y en las urnas no solo es una mera cuestión democrática, sino habla de falencias políticas y de representatividad que no datan de la última gestión. Por esto, el resultado electoral es un condimento sensible en el camino de fortaleza que ostenta Ruggiero en la FSTMPBA.

El crecimiento sindical y de representación de la Fesimubo en desmedro de Ruggiero no es casual, ya que más allá de la Ley de Negociaciones Colectivas, encuentra asidero en los cimientos construidos en las seccionales de base que García respaldó en cada distrito. Los casos más resonantes viajan a Tandil, con Roberto Lastra como titular de un gremio que recientemente logró la conquista histórica del primer convenio colectivo dentro de la ley de paritarias; o en Olavarría. Este último, con crecimiento exponencial de la mano de José Stuppia o Avellaneda, hoy conducido por Hernán Doval, quien además fue quien posibilitó la discusión puertas adentro en el parlamento bonaerense de la 14.656.

El sindicato municipal de Mercedes también forma parte de los bastiones de recuperación sensible de la Fesimubo. Esta seccional lo tiene a Carlos Rodríguez como delegado normalizador y sub secretario gremial de la Federación bonaerense. El “Cholito” definió la intervención ya que se encontraron varias pruebas de un déficit político y sindical considerable, con deudas que superaban los 3.5M de pesos. A la actualidad, es uno de los gremios que mejor negoció la paritaria en la Provincia (los trabajadores municipales cerraron el 40.5% en 2018) y se crearon cuerpos de delegados que antes no existían en cada dependencia. A la vez, se re categorizaron trabajadores y se mejoró la estructura edilicia del gremio.

Con estos antecedentes y el futuro incierto, Oscar Ruggiero queda con una estructura bonaerense debilitada, con un conductor sin conducción y un dirigente de la oposición sentado en la oficina que ostentó durante las últimas cuatro décadas.

Más en Sonido Gremial