🔵En un clima raro, Alberto Fernández visita la CGT ante un nuevo aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón🔴
Alberto va este viernes a la CGT. Y alrededor de esto existen infinidad de incógnitas que se plantean por la nubosidad de la organización, con muchas idas y vueltas, con dirigentes que no estarán, los que apoyan al Presidente y los que no.
Algunos podrían decir que es una fecha emblemática para el peronismo y al cumplirse 48 años de la muerte del fundador del Movimiento, allí radica en forma lógica un acto en comunión entre los abrazados por Perón y un Gobierno afín a esa ideología.
¿Que busca Alberto en la CGT? La pregunta tiene nada de novedoso y posiblemente muchas respuestas inciertas. El apoyo es lo primero que uno puede imaginarse. Y sería correcto. El Presidente busca refugiarse en el único sector que le queda para poder transitar en “Modo Tranquilo” el ruedo hacia el complejo panorama electoral del 2023. Realmente, ¿podrá Alberto transformar su presencia en Azopardo en un gesto para caminar tranquilo? Es dudoso. El Jefe de Estado necesitará de gestos mucho más contundentes para satisfacer al movimiento obrero organizado.
La situación económica atrajo infinidad de problemas en los gremios, con discordias, discusiones y enfrentamientos. La inflación es un enemigo acérrimo de las negociaciones permanentes que lleva adelante el sindicalismo y que hoy, Alberto zafa porque el apuntado es el sector empresario y formadores de precios, pero si bien son parte del problema, el Gobierno no hace demasiado para calmar las aguas.
Las Salud sindical atraviesa un duro acontecer. Las obras sociales gremiales fueron el salvavidas de la pandemia y hoy, las esquirlas de millonadas de deudas afloran en un contexto económico catastrófico. Y el Gobierno, sin hacer pie ante las demandas.
El embate del kirchnerismo también debilitó las estructuras y es al propio Presidente que se le exige que dé un golpe de efecto ante tanta pedrada. Otros aseguran que ya es demasiado tarde. Andrés Larroque dijo que se “acabó el tiempo de mesura”. Para muestra…
La realidad es que Alberto va a estar en la CGT, cuna peronista que, lejos de estar tranquila, también atraviesa momentos que muchos fueron consecuencia de este acto desorganizado, o mal organizado por el Gobierno. A los dirigentes sindicales les llegó un mail de Presidencia de la Nación invitándolos a su casa. ¿A Casa Rosada? No, a la CGT. El acto primero se hacía, despues el enojo sindical llevó a suspenderlo, y despues el Partido Justicialista anunció que se hacía.
“Hola, ¿cómo va? Les aviso que el viernes voy a estar en su casa, a las cinco y media, ¿Quieren venir? Estan invitados.