🔵Dirigentes de mucho peso de la Confederación General del Trabajo anhelan su palabra. Lo interpelan. ¿Hablará?🔴
La lectura del documento de la CGT plantea el interrogante. La principal línea de la imagen que se recibió en las redacciones periodísticas marca a Cristina Kirchner como la principal señalada en lo que significa una nueva interna cruda en el Partido Justicialista. Ahora bien, el cuestionamiento no solo marca un ítem en la ex presidenta de la nación.
El peronismo vuelve a escena en su vida interna para ordenar el movimiento y desde allí, buscar una plataforma que logre reunir lo necesario en tiempos donde el Gobierno avanza con la tranquilidad de que el adversario aún mantiene una nerviosa quietud.
En ese plano, los caciques -y el peronismo parece siempre tener muchos y ninguno desde 1974 a la fecha, con salvadas excepciones- empiezan a afilar las lanzas de cara al 17 de noviembre. CFK y Ricardo Quintela ya avisaron públicamente que se meterán en el cuadrado de barro para darse con todo.
Pero aquí, justo aquí, es donde la CGT decidió plantear el principal interrogante: Y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, ¿qué papel piensa ejercer?
Axel Kicillof aún está en un limbo. Aun no se pronunció. Y es la palabra esperada. El bonaerense reúne varios puntos a su favor no menores. Primero, la gobernabilidad y su afirmación en el territorio más caliente del país. Gobernar en soledad y con niveles de sobrevivencia de alto vuelo lo posicionan como un dirigente a tener en cuenta. Segundo, una fuerte estructura sindical. Kicillof goza de una valiosa salud en materia gremial, con un fuerte apoyo de la mayoría de los gremios que participan en la interna del peronismo por fuera de la CGT, como son ambas CTA, que públicamente lo bancan permanentemente. Tercero, su banca en los gremios cegetistas confederados, que por lo bajo admiten que el mandatario debe ser la alternativa en el PJ y que el riojano no es un candidato potable en este momento de las circunstancias.
Y cuarto, y no menos importante (por el contrario) la aparición de un dirigente que, al fin, salga a escena a enfrentar la figura de una de las figuras más relevantes del peronismo de los últimos años como lo es la de Cristina Kirchner. Esto, le aporta una cuota de valor sublime a su candidatura. Y como bonus, el hecho de que CFK, al momento de pronunciarse en favor de su eventual liderazgo pegotista, no aunó el total de los avales públicos y, por el contrario, muchos sectores se mantuvieron en un silencio sorprendente cuando, en otras épocas, ya hubiera manifestaciones estallas con afiches callejeros, inundando las redes sociales y cerrando filas en favor de la dirigente patagónica. Nada de eso ocurrió, con lo cual, desde la CGT consideran que el gobernador está perdiendo una oportunidad única.
Es momento de hablar….¿hablará?