🔵El Poder Ejecutivo ha optado por criminalizar la protesta y reprimir la disidencia, aun en actos sectoriales como reclamar por salarios🔴
La violencia estatal volvió a mostrar su peor cara este miércoles, cuando Julio Piumato, secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación –UEJN-, fue brutalmente agredido con gas pimienta durante el tradicional banderazo en reclamo de salarios. En un acto represivo y representativo del Gobierno nacional, delegados y trabajadores judiciales del Palacio de Justicia también fueron atacados, en un clima de máxima tensión.
El ataque no fue un hecho aislado, sino una muestra más de la política represiva que ha implementado la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en complicidad con el Gobierno nacional, con el claro objetivo de disolver cualquier protesta que cuestione su “conducción”. La agresión al dirigente nacional judicial marca la primera gran represión a un gremio de la CGT bajo la gestión de Bullrich, sentando un peligroso precedente.
El incidente vuelve a evidenciar la militarización de la seguridad interna y la disposición del Gobierno a recurrir a métodos violentos para acallar los reclamos legítimos de los trabajadores. La represión desatada contra la UEJN, uno de los gremios más importantes de la CGT, enciende alarmas y continúa planteando serios interrogantes para que el conjunto de la sociedad deba reflexionar.