Las compañías lácteas retrocedieron en su intención de reducir las jornadas laborales y cerrar la planta los fin de semana a raíz del revuelo que se generó por la inminencia de la modificación inconsulta del CCT. Las Comisiones Internas se cargaron la pelea al hombro y la empresa tuvo que poner reversa.
La Serenísima y Danone Longchamps, dos de las firmas lácteas más importantes de la Argentina, finalmente dieron marcha atrás en su impulso de modificar el Convenio Colectivo de Trabajo referente de los trabajadores de la industria, luego de la revolución causada por las comisiones internas, debido a la peligrosidad laboral que ello causaría.
Las compañías tuvieron la intención, inconsulta y repentina, de cesar la producción los fin de semana y a raíz de ello, disminuir notablemente la cantidad de horas trabajadas. Esto hubiera causado un daño potente en los salarios, ya que en muchos casos y según informó este medio en su publicación del 31 de agosto, muchos empleados habrían dejado de percibir hasta el 30 por ciento de sus ingresos.
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