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Jorge Sola habló sobre el desafío de la clase trabajadora y el movimiento sindical: el planteo sobre el “antielitismo” y el fraude de líderes “antisistema”

🔵Jorge Sola, secretario de prensa de la CGT y titular del SSRA, reflexionó sobre los cambios en la comunicación y los desafíos del sindicalismo. También, sobre la creencia de la clase trabajadora en lo denominado “antielitismo”🔴

En un contexto de profundas transformaciones que han marcado al mundo y al país, Jorge Sola, Secretario General del Sindicato del Seguro, reflexiona sobre los efectos que los cambios tecnológicos y la globalización tienen en la clase trabajadora argentina y el movimiento sindical. Según el vocero de la CGT, estos cambios no son nuevos, pero la pandemia de COVID-19 aceleró y visibilizó un proceso de transformación que ya estaba en marcha.

De los medios tradicionales a las redes sociales

Sola comienza redactó una editorial en la que señala cómo el avance de la revolución tecnológica ha reconfigurado las maneras de comunicación. Plataformas como X, Instagram, Facebook y TikTok han reemplazado a los medios tradicionales de comunicación, lo que ha permitido una mayor difusión de ideas, pero también ha cambiado la forma en que se establece la relación entre los ciudadanos y sus representantes. En este sentido, la figura del presidente argentino, Javier Milei, se destaca como un claro exponente de un liderazgo populista que se presenta como antisistema y en la que cierto sector de la clase trabajadora ha creído.

La encrucijada de la clase trabajadora

Para Sola, la clase trabajadora y el movimiento sindical se encuentran en una encrucijada. Por un lado, los sindicatos deben seguir defendiendo los derechos laborales de los trabajadores en un escenario económico y social cambiante. Por otro, una parte importante de la clase trabajadora parece identificarse con el discurso de Milei, quien promueve un rechazo al sistema político y económico tradicional. Esta contradicción pone al movimiento sindical frente a un desafío crucial, ya que los trabajadores pueden estar apoyando un liderazgo que, aunque se presenta como defensor de los intereses populares, podría ir en contra de los derechos laborales alcanzados a durante años.

La falacia del “Antielitismo”

El dirigente nacional subraya que, aunque el rechazo al sistema tradicional de Poder puede resultar atractivo para muchos trabajadores, especialmente aquellos que buscan cambios en la estructura política y económica, este tipo de apoyo puede ser frágil y peligroso. El antielitismo, cuando se vincula con figuras que se presentan como salvadores del pueblo, puede resultar en políticas que no benefician a las mayorías, sino que afectan los derechos fundamentales de las minorías y los sectores más vulnerables.

Sola también señala que las nuevas formas de comunicación, a través de las redes sociales, han contribuido a una mayor polarización en la sociedad, donde la indignación se convierte en una herramienta efectiva para captar la atención. Esta situación ha puesto a los sindicatos en una posición complicada, ya que deben equilibrar la defensa de los derechos laborales con las demandas de un electorado que se siente representado por figuras populistas que a menudo recurren a discursos simplistas y soluciones superficiales.

El desafío para el Movimiento Sindical

En su reflexión, Sola critica el papel dominante que hoy ocupan las grandes corporaciones en la configuración de las prioridades globales, desplazando a las instituciones democráticas y políticas que antes guiaban el rumbo de los países. Las corporaciones tecnológicas, por su parte, han dado un giro al panorama comunicacional, transformando la manera en que los ciudadanos interactúan con la información y, a su vez, con el poder político.

Este nuevo contexto ha colocado a la clase trabajadora en una situación de vulnerabilidad, especialmente en un país como Argentina, donde persisten profundas desigualdades económicas y sociales. El venadense subraya la necesidad de una distribución equitativa de los recursos, señalando que las grandes diferencias en las capacidades heredadas, los recursos adquiridos y las oportunidades disponibles son factores que determinan la movilidad social y económica en el país.

Hacia una estrategia de consenso y Justicia Social

Sola concluye su reflexión con una propuesta de cambio gradual, centrada en la construcción de consensos estratégicos que involucren a todos los sectores de la sociedad. Desde su visión, no se trata de transformaciones radicales, sino de una “ingeniería social gradual” que permita avanzar hacia una sociedad más justa, donde la seguridad, las oportunidades, la prosperidad y la dignidad sean accesibles para todos.

En este sentido, Sola enfatiza la importancia de garantizar una distribución más justa del Producto Bruto Interno (PBI) y promover un país basado en el trabajo, la educación y la salud como pilares fundamentales para la movilidad social ascendente. Según el dirigente sindical, solo a través de la cooperación y el consenso entre trabajadores, empresarios e instituciones, Argentina podrá avanzar hacia un futuro más equitativo y solidario.

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