La CGT decidió ratificar al triunvirato y desde la oposición (Pablo Moyano) envalentonaron las críticas. Se viene una estampida dura para la CGT de cara al final del 2018, con las paritarias y la situación económica que no le da paz a los sectores más vulnerables.
Una CGT que decidió continuar adelante con la conducción actual pero que en definitiva sabe que camino a corto plazo no será el recorrido hasta el momento. Desde la otra vereda, Pablo Moyano tiró para todos.
El pasado jueves, en el consejo directivo de la CGT, los mas de 20 integrantes del cuerpo orgánico cegetista definieron la continuidad del triunvirato como cabezas centrales de la Confederación General del Trabajo, pero sin lugar a dudas, lo que hasta ahora fue un camino de dialogo con el Gobierno Nacional, ahora esto puede ir modificándose de cara al final del 2018.
La agenda de protestas de la CGT se iría incrementando si desde Casa Rosada pretenden (o siguen pretendiendo) hacer oídos sordos a los reclamos del movimiento obrero en su conjunto. Por un lado, la relación comenzó a debilitarse desde la aprobación de la Reforma Previsional y un paro nacional que no acató demasiada atención sí por los incidentes ocurridos en la Plaza de los Congresos hasta el último, el 25 de junio, el cual sí logró poner de manifiesto cuál es el pensamiento del conjunto del arco sindical argentino. Lo que sí es real, es que la Casa Obrera analiza tensar la cuera en su relación con el Ejecutivo, a la vez que cada una de las organizaciones, pelea en su propio territorio, la apertura de las paritarias y la pelea de las clausulas de revisión. Camioneros firmó en 25%, Comercio también, ahora se viene el turno de los estatales de UPCN junto con la UOM y otro sindicatos. Ahí se verá en cada cancha quien gana de primera. Todo esto, dentro de un contexto económico y social que para nada colabora con los trabajadores de las clases medias-bajas. La idea de la central es llamar a un paro nacional antes de fin de año, si es que la situacion económica no cambia su rumbo
Después de la afirmativa del directorio de Azopardo en darle continuidad al triunvirato, por supuesto estuvieron las voces opositores que estuvieron enfiladas detrás de la figura de Pablo Moyano, quien a la vez tiene aspiraciones concretas de hacerse cargo de la CGT. “Es un día muy triste para los trabajadores, muchos estaban pidiendo una renovación de dirigentes”, declaró ni bien se conoció la decisión del CD en ratificar al triunvirato. Muchos gremios se van a sumar a la oposición del triunvirato, si no es ahora será el año que viene o en 2020 que tengamos una CGT en defensa de los trabajadores”, avisó de cara a lo que será el proceso eleccionario ya sea el año entrante o cuando se cumpla el mandato de la actual conducción.
Por otro lado, de las voces que en los últimos tiempos se mostró orgánica al cuerpo oficial de la CGT fue el secretario general del gremio de Panaderos, Abel Frutos. “Esta Organización sindical (por el gremio que representa) siempre sostuvo que la actual conducción de la CGT debía mantenerse en el cargo que le confiamos aquel 22 de agosto de 2016. Hubo sendas versiones en los últimos tiempos, pero nosotros siempre mantuvimos la misma postura y acompañamos lo que determinó el Consejo Directivo de la central: facultar a la conducción para finalizar su mandato. En un contexto políticamente difícil, nos encontramos en la necesidad de transitar un camino de acuerdos, por lo que más allá de sostener una idea como hemos hecho, es primordial mantener la unidad de todos los trabajadores”, publicó el titular de Fauppa.
En definitiva, la dupla Moyano-Palazzo debe esperar a que la CGT decida llamar a elecciones aunque el camionero ya avisó que se encuentra en proceso de llamar a los gremios industriales para sumar apoyo de cara a engrosar su candidatura. Lo que queda por ver es si el Gobierno se ve beneficiado con la continuidad del triunviro o realmente la unidad que mostraron debe preocuparlos.