Hugo Benítez, Secretario General de la Asociación Obrera Textil, realizó un balance sobre los últimos despidos, suspensiones y cierres de fábrica en el rubro. Preocupante.
La Asociación Obrera Textil, que conduce Hugo Benítez señaló, según un estudio de mercado realizado en el último mes, que este rubro industrial sufrió más de 3.600 suspensiones y cerca de 1.500 despidos por el cierre de casi una decena de establecimientos fabriles, como consecuencia de la falta de la acumulación de stocks y apertura de las importaciones.
Benítez destacó que “según un relevamiento puntual que llevó a cabo la AOT en todo el país, y en 108 empresas”, que reveló que “en lo últimos años la actividad textil vio cerrar varias empresas y viene sufriendo miles de suspensiones y despidos de trabajadores”.
Hugo Benítez, también vocal en la CGT, afirmó que “ello sin contabilizar las reducciones de jornadas en las distintas empresas textiles y el otorgamiento de vacaciones anticipadas que fluctuaron entre 7 y 14 días, en la que se vieron involucrados más de 3.800 trabajadores”.
En relación a los establecimientos fabriles que cerraron, Benítez manifestó que “son diez en total, seis en el norte del conurbano; dos en la zona noroeste; otra en la zona del oeste bonaerense y la restante en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
El informe realizado por AOT destaca que entre las empresas que cerraron y despidieron a sus trabajadores a “la porteña Zytex; las bonaerenses José Garraza, Broderie Suiza, Edolan , Tassutti SRL, Textil Elotex, Galitex, Vecchi Godoy, Fábrica Argentina de Etiquetas y Sedler Hermanos”.
“Los suspendidos suman en total a la fecha 3.622, mientras que los despedidos alcanzan a 1.480 trabajadores, tomando en cuenta que tenemos un padrón de 25.000 trabajadores afiliados”, especificó.
Al referirse al nivel de ocupación, Benítez sostuvo que “en diciembre de 2015 alcanzó un 100 por ciento de la mano de obra ocupada estimada en 4.300 y en diciembre de 2016 el panorama varió y tuvimos 250 trabajadores dados de baja definitiva, entre despedidos y convenios de desvinculación”.
Benítez sostuvo que las principales causas de la crisis del sector textil son diferentes: “una de ellas el comportamiento en las ventas por el traslado de costos a los precios, que significaron una baja del 50 por ciento; otro que para sostener los niveles comerciales se ofertan los productos tratando de cubrir los costos de la fabricación sin márgenes de rentabilidad y una cadena de pagos muy debilitada con plazos que superan los 120 días”.
También el dirigente gremial mencionó entre las causas “al incremento de los costos; al aumento de la presencia de mercadería importada; los precios del sudeste asiático y Brasil a valores de liquidación de stocks con financiamiento de bajo costo; la caída del poder adquisitivo y una demanda decreciente sostenida y a la acumulación de stocks de productos financieramente inviables”.
Finalmente, expresó que “no es sólo la actividad textil la que sufre la crisis, sino que hay gran cantidad de gremios industriales que la padecen y mencionó entre otras al calzado, la metalúrgica, plástica e indumentaria”.