🔵Cuando lo burdo se transforma en absolutamente burdo…es burdo por demás: así de burdo🔴
Lo del presidente Javier Milei es llamativamente sorpresivo, aunque no tanto. La estrategia oficial de desprestigiar a los gremios, utilizando imágenes de trabajadores no trabajando tampoco es algo novedoso, pero cuando utiliza hechos que no ocurrieron en la Argentina y acude a las fake news para nacionalizar una protesta legitima, desnaturaliza y reduce su impronta política en su máxima expresión.
Milei se minimiza. Se humilla a si mismo. La imagen que difundió en su Twitter de una trabajadora arrojando valijas desde la escalera de un avión, con la leyenda “Son lo peor”, en reflejo de un acto de absoluta indisciplina laboral y con el objetivo de argumentar su deseo de cerrar Aerolíneas Argentinas, lo único que hace es quedar en ridículo. Denostar su breve, mediática y antisocial carrera política. Le da crédito a los que se sorprenden de tener un presidente así.
Y paralelamente, llama a la reflexión sobre lo mal que se han hecho las cosas últimamente en otros espacios políticos para que le dieran la posibilidad a un personaje de este estilo de ocupar un puesto para el que –se ve- no está preparado.
Es burdo, Presidente. No se haga esto a Ud. mismo. No se ridiculice de esta manera, queda mal, está mal. Es feo para su imagen. El mundo está mirando. Otros presidentes, un poco mejores que ud. lo miran sorprendidos. Qué pensará su ídolo Donald Trump. Se lo podría imaginar a un asesor de la Casa Blanca mostrándole su Twitter. “Look at Milei`s post”, le podría decir Mr. Asesor a Trump, y el flamante otra vez presidente de los Estados Unidos levantando las cejas y sonriendo con vergüencita. No se haga esto, Presidente. No se humille de esta manera, ya viene golpeando a las clases más vulnerables en hospitales, escuelas, universidades y la gente lo está bancando. ¿Para qué esto?
En fin, la trabajadora que ud. reflejó en su red social no es de Intercargo. No es una Tripulante de Cabina. No responde a Pablo Biró ni a Edgardo Llano. No es de UPSA. Es una trabajadora de otro país, ya ni vale la pena decir de dónde porque lo llamativo es cómo ud. decidió humillarse.
No se haga esto, Mr. President.