A las 6 AM comenzó el paro en todos los puertos del país en el marco de un plan de lucha “hasta que se cumplan nuestras reivindicaciones”. Surge de la negativa empresarial a discutir a lo largo de 2020 los salarios del sector.
En la jornada de hoy, desde las 6 de la mañana comenzó la medida de fuerza establecida en un plan de lucha en conjunto desde URGARA y FTCIODyARA, unidad que se concreto meses atrás a fin de unificar fuerzas entre las organizaciones que vieron denostado el trabajo del sector y un manoseo de las paritarias por parte de la patronal.
“La exportación no la para el trabajador, la para el sector empresario con actitudes mezquinas y perjudiciales para el país, privilegiando solo sus intereses y no los de todos los argentinos”.
La depresión salarial que inexplicablemente viene sufriendo el sector no hace otra cosa que exponer la actitud devastadora y opresiva de las cámaras frente a los reclamos de sus trabajadores “demostrando que para ellos existe una única ecuación posible sectores cada vez más ricos con trabajadores cada vez más pobres.

Porque se llega al paro
- La medida, establecida en conjunto por la URGARA y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA), se decidió en el marco de la falta de respuestas por parte de las cámaras patronales CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), CEC (Centro Exportador de Cereales), Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), Cámara Industrial de Aceites Vegetales de Córdoba (CIAVEC), Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC) y las empresas que representan.
- Los empresarios se negaron a discutir a lo largo de 2020 los salarios del sector. Luego de dos conciliaciones obligatorias y dos voluntarias continúan dilatando la recomposición que reclaman nuestros compañeros.
- “Mienten tratando de confundir con aumentos y sumas que otorgaron en la revisión del periodo pasado. Para este periodo no ofrecieron nada. Solo intransigencia, dilación y amenazas de castigar al gremio y a los trabajadores”.
- Mientras que en la paritaria anterior hubo una demora cuatro (4) meses en cumplir con la revisión del acuerdo, este año el retraso ya supera los cinco (5) meses. En esta oportunidad, la demora es en iniciar una nueva negociación salarial y no tiene otra consecuencia que empobrecer el bolsillo de los trabajadores.

En este contexto, desde las organizaciones gremiales aclararon: “No somos obstruccionistas ni intempestivos. ¿Cómo podríamos serlo luego de esperar cinco meses por un aumento que no llega? Los trabajadores ejercen su legítimo derecho a reclamar y manifestar su malestar”.
Y explicaron con detalle:
- “A esta situación se llega solo por culpa de las cámaras empresarias que se valen del trabajo de los compañeros que fueron declarados esenciales sin reconocerlos como corresponde en función a las enormes ganancias obtenidas”.
- “Manifiestan que ponemos en riesgo la seguridad de las terminales y nada dicen de que, por su desidia y negligencia, fallecieron cinco compañeros en los últimos cinco meses. De eso no hablan y se niegan a discutir la modificación al CCT donde planteamos la reducción de la jornada laboral, en ámbitos insalubres y peligrosos como puertos y acopios”.
“Esto quedó tristemente demostrado en informes elaborados por nuestro Departamento de Seguridad e Higiene y entregados al Sr. Ministro de Trabajo que dan cuenta de los accidentes y víctimas fatales producidas por no contar con los métodos adecuados de seguridad en sus entornos laborales donde llevan adelante jornadas de más de 12 horas”.

La postura de URGARA:
- solo esperan que los salarios y condiciones de trabajo se adecúen como corresponde a un sector que no dejó de trabajar en esta pandemia y que fue beneficiado por la baja de las retenciones, la devaluación de nuestra moneda y la suba histórica en los precios de los granos.
En relación a la medida de fuerza fue muy claro el gremio:
- “Ha quedado demostrado en reiteradas oportunidades que somos cuidadosos de mantener la tan preciada PAZ SOCIAL, que en todos los convenios firmados las partes prometen mantener. Sin embargo, para la Cámara aquí cuestionada esa Paz Social no es más que un cliché, un mero formalismo. La irresponsabilidad de sus directivos es tan grande que llevó a la masa de trabajadores a un enojo y un fastidio sin precedentes producto de la dilación en las negociaciones que se ha transformado en una modalidad recurrente de negociación por parte de los empresarios.

“El sarcasmo y la desfachatez exhibida por algunos de los directivos representantes de las cámaras del sector no tienen límites. Hemos visto en distintas declaraciones televisivas, radiales y gráficas como se jactaron de que, por su actividad, se han transformado en el único motor de la economía nacional, que no detuvieron la producción pese a la pandemia y que lograron cifras récord de exportación. Su insensibilidad y voraz apetito económico quedaron al desnudo evidenciando una falta de conciencia social y moral frente al justo reclamo de sus trabajadores que ven diezmados sus salarios frente al avance de la inflación y el aumento desproporcionado del precio de los alimentos que integran la Canasta Básica Alimentaria”, concluyeron desde URGARA.