El secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos fue a fondo con las reelecciones gremiales y dio el ejemplo de cinco legisladores que tienen una banca en el Congreso hace más de 25 años. Esto se debe al cuestionamiento de la político por los mandatos de los dirigentes del sindicalismo.
Es evidente que a Marcelo Peretta no le cayó bien la frase “abrir el debate en el Congreso” sobre las reelecciones gremiales –a la mayoría, de hecho-. Ahora, el principal dirigente del Safyb se despachó con el recuento de los años de mandato de algunos legisladores nacionales a los que “todos les pagamos el sueldo”.
“Mario Raúl Negri (Cordobés Presidente Bloque UCR y del Interbloque Cambiemos) empezó como diputado provincial en 1983 y seguirá como diputado nacional hasta 2019, 36 años ininterrumpidos en el Congreso”, comenzó su enumeración Peretta sobre los años en el poder de algunos congresales. En segundo lugar, doctor mencionó el caso de la creadora del ARI. “Elisa María Carrió fue constituyente en 1994 y de ahí diputada por diferentes provincias hasta 2021, 27 años sin descanso”.
El tercer caso la tiene como protagonista a la socialista Margarita Rosa Stolbizer, a quien “la eligieron concejal en 1983 y a partir de ahí diputada nacional hasta 2017, 34 años sin parar”, detalla. El peronista Miguel Ángel Pichetto es el cuarto ítem mencionado por el dirigente sindical farmacéutico y bioquímico, “fue concejal en 1983 y será senador nacional hasta 2019, 36 años continuos”. El oficialista “Eduardo Pablo Amadeo se eligió diputado en 1991 y seguirá hasta 2019, 28 años constantes”. Pero el listado de Peretta no sigue porque no es exhaustivo, “solo ejemplificativo, porque para muestra alcanza el botón”.
No conforme con el desgloce sobre la cantidad de mandatos de algunos legisladores, Peretta agrega:
Ningún legislador es pobre, cobran dietas 20 veces superiores al salario promedio. Tienen fueros que los protegen, disponen de docenas de asesores que les hacen el trabajo, disfrutan de incontables pasajes de avión en clase alta para viajar donde deseen, y acceden a lugares prohibidos para la mayoría de los mortales.
Piden el voto y después no atienden a sus votantes. Casi siempre legislan contra el pueblo, como quedó claro en la reforma previsional, y están sospechados de recibir soborno para aprobar leyes, entre otras “cualidades”. Pero es lo que hay, como en todas las actividades, entre nuestros legisladores hay malos, mediocres y buenos.
Finalmente, el gremialista se pregunta si “¿habría que limitar el mandato de los legisladores a 4 u 8 años para democratizar el Congreso?”, si esta sería una buena manera de “democratizar la política”.
“Creo que urge considerarlo porque todos pagamos el sueldo de los legisladores, en cambio a los sindicalistas les pagan sus propios afiliados”.
Todo esto surge a partir desde el lugar en que varios diputados y senadores plantean el limite en las reelecciones gremiales, solo mencionando el último caso de Soledad Carrizo, la cordobesa diputada por la UCR que pretende “abrir el debate” en el Parlamento para ponerle un punto final a los mandatos de los secretarios generales.