🔵La multitud habló por si sola y la Marcha Federal Universitaria tuvo un impacto mostruoso para el Gobierno, al punto que debieron aceptar la masividad. El Presidente, una vez más, demostró violencia y necedad en su reacción en redes sociales🔴
La Marcha Universitaria adoptó una temperatura que durante la previa se sabía que podía alcanzar una multitud aglomerada en las diferentes ciudades del país, pero la jornada de protesta en defensa de la universidad pública, el pasado 23 de abril de 2024, fue exorbitantemente superior a las expectativas –incluso- de los propios organizadores.
La Ciudad de Buenos Aires fue el epicentro de un desfile de protesta que parecía no terminar. Banderas y color, malestar pero con folklore. Desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo, el estruendo pacifico de los estudiantes llegó a oídos del Gobierno, muy a pesar de la reacción provocadora y necia del Presidente a través de las redes sociales. Admitieron la masividad de las movilización y convocarían a los rectores durante los próximos días.
“Es una jornada hermosa, la gente, el pueblo defendiendo la universidad pública, es inmenso, espero que tome nota el Gobierno que la universidad es un patrimonio cultural, de toda la gente”, expresa Miguel Briscas, secretario Administrativo de FEDUN, uno de los gremios convocantes y también titular del sindicato de docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora –ADIULZA-.
“Se acabó el Estado presente”, se lo escuchó decir a Javier Milei durante la cadena nacional realizada tan solo algunas horas antes de la marcha. “Viene bien que la gente que todavía tiene una cuota de confianza, lo escuche. Están desfinanciando la universidad y lo dijo. Es terrible”, se indigna el dirigente sindical de la UNLZ.
El reclamo fue abundante. Fue concreto y llevado en alzas por diferentes sectores vinculados al ámbito universitario. Docentes, trabajadores no docentes, columnas y columnas de estudiantes sin banderas políticas, otros sí, y los rectores. Todos. Todas. Una inmensidad. Algunos se animaron a estimar alrededor de 800 mil personas. Y no estaría muy alejado.
Briscas, con un lenguaje bien coloquial y como docente universitario, le dejó un mensaje al Gobierno. “Al Gobierno, que debe estar filmando porque debe tener alcahuetes por ahí mezclados en la marcha, que si quiere cuente la gente que hay, pero que cuente el ánimo en defender lo que es nuestro”. Sobre los conocimientos académicos adquiridos por muchos funcionarios del Gobierno durante su formación en universidades públicas, Briscas chicaneó: “Aprendieron poco capaz, o se deformaron después”.