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Costos y apuestas de un eventual veto a la Emergencia Social

La Ley de Emergencia Social ya tiene media sanción del Senado y aun resta la discusión en Diputados; si este la avala, trascendió que Macri podría vetarla. ¿Cuál es el costo político o gremial que podría salir un eventual veto?

En las últimas horas trascendió que el presidente de la nación podría vetar la ley de Emergencia Social, la misma que tiene media sanción del Senado y que causó una amplia movilización el 18 de noviembre en el Congreso Nacional. La CGT ya advirtió un conflicto social si Mauricio Macri decide tirar para atrás la norma.

La Emergencia Social, en principio promulgaría la creación de alrededor de un millón de puestos de trabajo en todo el país, un aumento del 15% de la Asignación Universal por Hijo y la Asignación por Embarazo, y hasta eleva el 50% para las partidas alimentarias y nutricionales. Quien deslizó la posibilidad de un veto presidencial fue el Ministro de Modernización Andrés Ibarra, y a la vez advirtió que el Ejecutivo va a seguir de cerca el tratamiento de este proyecto.

El presidente no sorprendería en una actitud tal ya que la misma decisión tomo cuando el Congreso sancionó la ley anti despidos, la cual había sido acordad con todos los bloques parlamentarios y luego de la sanción, Macri la dio de baja en la fabrica Cresta Roja, con una cantidad considerable de trabajadores detrás de su espalda, la cual resultó una fotografía curiosa.

Uno de los bloques políticos que puso en duda su apoyo a la Ley es el Frente Renovador, aunque no sería un acuerdo total ya que el Diputado José Ignacio de Mendiguren habló ayer en radio Millenium y avisó que no están “convencidos” del proyecto de legislación. “Nosotros hemos analizado el proyecto y no estamos convencidos. Cuando se plantea una ley hay que ver de dónde salen los recursos”. Teniendo  en cuenta que dos de los diputados que tiene el espacio  que lidera Sergio Massa vienen de la pata gremial, como Facundo Moyano y Héctor Daer, y este último siendo, precisamente, Secretario General de la CGT, el debate será arduo dentro del espacio del FR. La dificultad que plantea De Mendiguren es el financiamiento de la Emergencia Social y lo que si apoya fervientemente es la reforma del impuesto a las ganancias, la cual no tendría problemas para solventarse.

Entonces, el veto a esta ley no sería una gran ayuda al presidente si ocurriera con el fin de su primer año de gobierno y con el comienzo de un año electoral, en el que debe imponerse para no perder peso político y seguir armando estructura de cara al 2019. No debería ser sordo ante la templanza que le tuvo la Confederación al momento de garantizarle templanza durante su primer año de gestión, su flexibilidad para negociar el bono (ampliamente criticado por casi todos los sectores), porque la luna de miel podria terminar pronto. En efecto, Juan Carlos Schmid, ya avisó que el “credito se esta acabando” y fue tambien muy duro el 18N. La apuesta es que la economía crezca y pueda reformar el impuesto a las ganancias para tranquilizar a los asalariados que hoy pagan valores muy altos. Mermar las importaciones puede tambien aliviar el mercado interno y la creación de empleos, mucho mas.

En definitiva, si Mauricio Macri veta la Ley de Emergencia, podría empezar a pagar altos costos políticos y/o sociales por la presión, no solo de los gremios, sino de los sectores sociales que hoy se ven vulnerados por el crecimiento de la inflación y de la merma en la seguridad laboral. Otros de los grandes números al Debe que puede tener es el agote de la paciencia de la CGT, números negativos que si ya pusieron organizaciones gremiales como las dos CTA y ATE.