Ese Docente, bello y simpático, complaciente y amante del buen trato, de paladar negro y sonrisa prominente, camina hacia las urnas. No te olvides de mi, que te quiero tanto…
“El voto docente vale doble”, manifestó la gobernadora casi que mendigando el sufragio complaciente de los trabajadores de la educación bonaerense. Casi como lo hizo el Presidente al devolverle el rango de Ministerio de Agroindustria al campo a una semana de subirse al atril de La Rural y ser merecedor de sus aplausos.
Habría que ver si los docentes bonaerenses aceptan las “disculpas” solicitadas por la mandataria de la provincia, luego que “los hizo parir” -como se dice en la jerga vulgar- en las paritarias y no ahora, sino desde el inicio de su gestión, tanto públicamente como individualmente, recuérdese el caso de una educadora panfleteando y ella increpándola con un comentario irónico y despectivo. Claro, la campaña estaba lejos.
Ahora los eleva al rango de Voto-Supremo. Ese momento casi mágico para un político que busca captar la atención de su opositor. Y, claramente y con sobrados justificativos, el voto docente es un voto opositor. Solo para repasar, creó un sistema que poco prosperó para incentivar la desafiliación de los trabajadores a los gremios. Después aclaró para oscurecer y la historia es conocida. La intención de cerrar escuelas en el Tigre tampoco fue vista con buenos ojos por parte de los lindos, bellos y robustos docentes que ahora irán a las urnas. Una “menesterosa del voto”, la llamó Miguel Ángel Díaz, el secretario general de Udocba.
La realidad es inentendible al momento de recordar por ejemplo que, en 2016, les dilató la paritaria a los educadores durante tres meses; en 2017 redobló la apuesta y los freezó un semestre y, la frutilla del postre: en 2018 directamente los tuvo en vilo todo el año.
“Se alejo y maltrato a los docentes y ahora pide el voto. El voto vale uno, no dos”, se enojó Díaz, quien fue a la vez protagonista de un exacerbado enojo con los ministros y paritarios del Gobierno bonaerense y hasta pidió que se televise la negociación para que la sociedad sea testigo de lo que allí dentro sucedía. El Gobierno no lo permitió.
Hasta el momento, se han visto también demoradas las obras de infraestructura prometidas y aun hoy, siguen cayéndose a pedazos las escuelas bonaerenses.
Sin mencionar cuando dijo que los pobres no llegan a la Universidad y, por supuesto, la escuela pública tiene mucho que ver en este apartado.
Definitivamente, la jefa del Estado bonaerense se acordó tarde que necesitaría en su debido momento el sobre perfumado de la educación. Ricardo Arjona decía: “Justamente ahora irrumpes en mi vida, con tu cuerpo exacto y ojos de asesina, tarde como siempre”.