Uno de los líderes de la Confederación General del Trabajo (CGT) se refirió al despido de los trabajadores de la multinacional alimenticia. Además, señaló se debe “cambiarle el rumbo” a la administración del presidente Mauricio Macri.
Uno de los triunviros de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer, se refirió a la situación atravesada por la empresa Pepsico y señaló que “en el Gobierno anterior estas cosas no sucedían” porque “había un rol del Estado”. A su vez, el titular de la ATSA consideró que “no da lo mismo que gane uno u otro en estas elecciones”.
“Uno puede tener muchas diferencias con el Gobierno anterior, pero no sucedían estas cosas. No cerraban las plantas porque se llamaba a las empresas, se buscaba la forma en que siguieran funcionando, había un rol del Estado en ese sentido”, aseguró el dirigente sindical en diálogo con Radio 10.
Además, señaló que hay que “cambiarle el rumbo” al Gobierno “no sólo a partir de la acción sindical que pueda tener la CGT, sino a partir del voto de la población”. “No da lo mismo que gane uno u otro en estas elecciones”, advirtió. El representante del gremio de Sanidad señaló que “hay una política errada” por parte del Gobierno y advirtió que se dirige a “un cambio de matriz productiva: a un país agroexportador con un gran sistema financiero, y a la destrucción total de la industria”.
Sobre la movilización de la CGT del 22 de agosto, Daer explicó: “Hay que ser sinceros: las macanas que podamos generar en términos preelectorales las vamos a pagar los sectores popular. Nosotros no tenemos que tener dureza o ser imperativos. Tenemos que tener una estrategia a mediano o largo plazo para que no nos pase lo que pasa en Brasil, que destruyen la legislación laboral”, precisó.
Respecto a la posibilidad de una reforma laboral y previsional, el integrante del triunvirato que conduce la central obrera manifestó: “Sigo confiando en que por el Congreso determinadas cosas no pasan, pero cuando vamos a las elecciones y si este Gobierno tiene legitimidad política porque gana las elecciones, el mapa cambia, más allá de los números del Congreso. Hay más pobres, más desempleados y los empleos que se generan son de menor calidad que los que se pierden”.