🔵El @sipreba logró un hecho histórico que le llevó 8 años de luchas y de los cuales muchos consideraron una locura de un grupo de periodístas. No lo fue🔴
Un logro que no es histórico solo por el hecho del camino recorrido por el Sipreba durante los últimos 8 años y la conquista sellada, sino por el desplazamiento provocado tras la resolución 21/2023, que le quita el cartel principal a UTPA en la Ciudad de Buenos Aires y le da a la organización que lidera Agustín Lecchi el bastón trascendental de la representación sindical en los medios en la City.
Este lunes apareció publicada en el Boletín Oficial la personería gremial al Sindicato de Prensa de Buenos Aires –Sipreba- la cual la menciona para “agrupar a los trabajadores en relación de dependencia con empleadores de la actividad de prensa que presten tareas comprendidas en el estatuto del periodista profesional“.
La aparición del Sipreba fue por entonces la apuesta de un grupo de rebeldes que creyeron que podían superar la barrera la locura. Pensar en un sindicato pequeño, sin representación, sin inscripción y con la sombra de la UTPA acaparando todas las redacciones de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, parecía una utopía periodística. Y vaya época eligieron para dar el salto: el recientemente asumido presidente de la Nación, Mauricio Macri, empezaba una recorrida por los medios nacionales para convertirlas en nidos vacíos. El caso más emblemático, Télam. Pero asomó Perfil, la desaparición de Radio América, conflictos en Radio del Plata, la histórica radio Rivadavia iniciaba un vuelo de desprestigio coloso. Son solo algunos ejemplos.
El Sipreba empezaba a diseminar sus protestas por cada una de las redacciones. Algo molestaba de su aparición. Y eso mostraba a las claras que algo importante asomaba. La conducción de un viejo lobo de los medios como lo fue Tato Dondero, le dio impulso motor al nuevo gremio. Los periodistas ahora tenían sonido gremial. Ya se hablaba…
Dondero colocó el primer ladrillo y hoy observa desde su hábitat domestico el fin de la obra. El fin son solo letras, porque de ahora en más arranca otro desafío. El de seguir edificando un sindicato que coloque a los periodistas no solo en un lugar de respeto social, sino que obtengan la jerarquía salarial de la cual hasta ahora nadie se hizo eco.