🔵El ex Ministerio de Trabajo se transformó en un ambiente de incertidumbre laboral y tensión trimestral🔴
En la Secretaría de Trabajo, desde la asunción de la nueva administración, se ha generado un clima de malestar creciente que, a medida que pasaban los meses y se generaban más cambios en la estructura jerárquica, se iba transformando en temor e incertidumbre entre los trabajadores debido a la decisión de modificar el proceso de renovación de contratos.

Durante la gestión de Alberto Fernández, incluso desde antes también, los contratos se renovaban anualmente, brindando cierta estabilidad. Sin embargo, desde que Milei asumió, los funcionarios han decidido renovar estos contratos cada tres meses, lo que provoca una permanente sensación de inestabilidad y miedo entre los trabajadores, respaldada por la cantidad de despidos en el Estado que llevó adelante el Gobierno desde diciembre.
Casi como una metodología innecesaria y perversa, el Gobierno parece buscar generar aires de miedo y control sobre los empleados. La situación afecta a un gran número de trabajadores contratados (cerca de 3.000 son de planta transitoria) bajo una norma que de por si los coloca en una posición precaria. La incertidumbre sobre la renovación trimestral de sus contratos genera preocupación y ansiedad, ya que los contratos nunca se firman sobre su caducidad, sino que el llamado desde Recursos Humanos siempre se dilata en el tiempo y los empleados no tienen garantías sobre su continuidad laboral a largo plazo.

El impacto de esta política sigue su evolución y evidencia un clima laboral que se desgasta trimestralmente, reproduciendo – a la vez- una disminución en la calidad del servicio prestado y una merma en el ánimo y la moral.
Capital Humano, hoy con Sandra Pettovello (la principal señalada) al frente y Julio Cordero, a quien muchos lo catalogan como un funcionario intrascendente, en el ámbito laboral, habla de la promesa de modernizar y mejorar la gestión del Trabajo en la Argentina, aunque las acciones de gobierno parecen estar en conflicto con estas declaraciones de show, a la que se suman, entre otras cosas, la figura de “Colaborador” o la quita de multas a las empresas que precaricen y una regresiva reforma laboral.